Detroit: Become Human - Reseña

¡Buenos días, buenas tardes y buenas noches! Mi nombre es Nelson Alemar y en este review les hablaré sobre el videojuego Detroit: Become Human. 

Detroit: Become Human es un juego de historia interactiva creado por Quantic Dream, los cuales son unos veteranos en el género teniendo juegos como Heavy Rain y Beyond: Two Souls en su repertorio. La historia de esta instalación toma lugar en el futuro, donde los humanos han creado unos androides y gracias a esto, los avances tecnológicos han sido exponenciales. Sin embargo, estos androides con inteligencia artificial empiezan a crear una conciencia y aquí es donde el jugador toma las riendas.

En Detroit se controla la historia de 3 androides distintos: Kara, Markus y Connor. Kara es una androide que se encuentra cumpliendo las tareas de una ama de casa para un hombre y su hija, incluyendo el cuidado de la segunda. Es cuidando a esta niña y observando las situaciones en la que la misma se encuentra que Kara crea una conciencia. La travesía de la Kara y Alice es interesante y conmovedora, pero también puede llegar a ser desastrosa, dependiendo de tus decisiones. Sin embargo, existían situaciones que no importa lo que el jugador decidiera, la conclusión iba a ser igual o bastante similar. Esto se entiende que suceda en algunas situaciones, pero el hecho de que sucediera frecuentemente derrota el sentido de “control” que el juego quiere provocar al jugador. 

Por otro lado tenemos a Markus, un androide que cuida de un anciano que lo considera como su propio hijo. Markus lo tiene todo, pero eventualmente se convierte en el líder de un movimiento revolucionario para la raza de androides como tal. Esta parte de la historia deja mucho que pensar, especialmente gracias a su evidente comparación a otros movimientos revolucionarios de igualdad que han ocurrido en la historia. El problema que tiene este personaje es que es bien monótono, tanto su historia como su personalidad. Con la segunda siendo también bastante aburrida. 

Todos los momentos de revolución de Markus se separan en solo dos opciones: pacifismo o agresión. Son opciones entendibles dado a los sucesos, pero no todo es blanco y negro cuando se trata de movimientos de esta índole. Y el juego no sabe demostrar que puede manejar temas tan complejos de la mejor manera. Esto es porque si empiezas por un lado, es poco probable que puedas “cambiar de opinión” y tomar otro camino. Es por esto que la historia de Markus es la peor de las 3 que brinda el juego.

Finalmente tenemos a Connor, otro androide pero este es uno cuyo propósito es encontrar a androides como Kara y Markus que han creado conciencia y los cuales se denominan como “desviados”. La historia de Connor involucra un sinnúmero de decisiones moralmente complejas que resultan en cambios de perspectiva de no solo su compañero policía humano, Hank, sino en la perspectiva que tienen los revolucionarios ante él y hasta su propia conciencia. Lo que parece ser como la historia menos importante de todas, resulta ser, en mi opinión, la más importante y la que tiene mayor valor moral. 

Detroit: Become Human no nos presenta la mejor guía moral, pero es un buen comienzo. Y también actúa como representación del posible futuro que le espera a la humanidad. Este tiene una estética espectacular, gracias a que se podía enfocar en esto en vez de la jugabilidad debido a la naturaleza del juego. Definitivamente es el que mejor luce de todas las creaciones de Quantic Dream y no dudo que sea una de las historias más elaboradas dentro del género que se encuentra. Pero también se encuentra lejos de la perfección. Es por eso que le doy 3/5 pillows.