Dragon Ball Super: Saga de Trunks del Futuro - Reseña
¡Buenos días, buenas tardes y buenas noches! Mi nombre es Nelson Alemar y aquí les traemos nuestro segundo review de Dragon Ball Super, la saga de Trunks del futuro.
Debo decir que el segundo arc de Dragon Ball Super fue en su gran parte un paso adelante de parte de Toriyama y el resto del estudio. En esta parte de la historia vemos el regreso de Future Trunks. Nuevamente hay problemas en el futuro y este busca la ayuda de Goku y Vegeta para resolverlo. El problema es que hay un nuevo villano misterioso cuyo semblante es idéntico al de Goku, y su nombre es Goku Black. Aparte del nombre tan ridículo que hasta el mismo Toriyama se burló de él, Goku Black demuestra ser un villano formidable y una amenaza real. Inclusive la amenaza más grande que hayamos visto en la historia de Dragon Ball.
Debo decir que el segundo arc de Dragon Ball Super fue en su gran parte un paso adelante de parte de Toriyama y el resto del estudio. En esta parte de la historia vemos el regreso de Future Trunks. Nuevamente hay problemas en el futuro y este busca la ayuda de Goku y Vegeta para resolverlo. El problema es que hay un nuevo villano misterioso cuyo semblante es idéntico al de Goku, y su nombre es Goku Black. Aparte del nombre tan ridículo que hasta el mismo Toriyama se burló de él, Goku Black demuestra ser un villano formidable y una amenaza real. Inclusive la amenaza más grande que hayamos visto en la historia de Dragon Ball.
La historia progresa de una manera un poco lenta. Dado a que el ritmo, como es de mala costumbre en Dragon Ball, es así. A través de todo, podemos observar cómo Trunks va creciendo como personaje. Gracias a su padre y literalmente por sí mismo. Pero puedo decir que lo que vale más la pena es ver los combates. Y de eso hay mucho más que en el torneo de los dos universos. La acción brindada en este arc es estupenda y hecha con una animación muchísimo mejor que la que apreciamos en los episodios anteriores. El ver a Trunks adulto e inclusive en un momento dado, a Vegito, tener sus propios momentos de enfoque fue algo nostálgico y que no fuese solo Goku y Vegeta como en el arc anterior fue algo sumamente refrescante.
El origen del villano es algo nuevo pues aunque toma elementos de otros villanos anteriores, particularmente el capitán Ginyu y Cell, el resultado es uno único en términos de personalidad y habilidades. Toriyama pudo optar por simplemente darnos otro combate similar a cuando Ginyu le robo el cuerpo a Goku en el Frieza arc, pero dejó que este villano, aún estando en el cuerpo de Goku, fuese distinto. Y el hecho de que fuese un Kai supremo corrupto que no solo le robó el cuerpo a Goku sino que también fue a donde su versión futurística deseandose inmortalidad fue un concepto que resultó ser un poco confuso pero elaborado.
Toriyama vuelve a demostrar que tiene un problema con simplemente terminar un combate de una manera satisfactoria. O es que simplemente se le ha olvidado cómo hacerlo. Si podemos recordarnos en Dragon Ball Z, los tres villanos principales recibieron derrotas satisfactorias. Goku derrotó a Frieza en una pelea decisiva y desesperada. Gohan derrotó a Cell con la ayuda de su padre en un momento conmovedor. Y Goku derrotó a Kid Buu con el Genkidama gracias a la ayuda del resto del planeta Tierra. Claro que entre más avanzaba la historia más se alargaban innecesariamente las peleas, pero la mayoría de los sucesos tenían lógica dentro de lo que podemos considerar “lógica” en este universo.
Los combates contra Goku Black y Zamasu cada vez eran más arduos y echaban a un lado cualquier sentido que pudiese existir. Pudieron haber derrotado a Zamasu con Mafuuba, pero decidieron hacer lucir a Goku como un simple imbécil y hacer que se le olvide el sello solo para tratar de terminarlo “como en los viejos tiempos”. Pero esto nunca llega a cumplirse. Cada vez que Black está al borde de perder, siempre se recuperaba mágicamente, eliminando cualquier sentimiento que haya sido invocado en la escena. Nos traen a Vegito, algo que fue estupendo y nostálgico, pero cuando se está llegando al punto decisivo deciden quitar esa idea y separarlo. Trunks lo destruyó en todo el sentido de la palabra, dando la victoria al que más importaba. Pero esta victoria dura por poco tiempo ya que Black y Zamasu se convierten un una entidad parecida a una nube y se convierte en intocable. Es justo en este momento que Toriyama se da cuenta que lo que está haciendo no tiene sentido y decide borrar a Zamasu de la historia, literalmente.
La saga de Future Trunks fue una definitivamente entretenida, llena de acción y momentos de desarrollo que necesitábamos ver. Incluyendo uno de los mejores villanos que hemos podido apreciar. Pero todos estos aspectos positivos son tirados a la basura a mitad de la historia por el hecho de que no supieron cómo terminarla y cómo deshacerse de su propia creación. Brindando el final más insatisfactorio e ilógico de todas las series de Dragon Ball. Es por esto que al fin y al cabo le doy 3.5/5 pillows a este arc de Dragon Ball Super.
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